La hipótesis es que los síntomas centrales de la adicción reflejan un cambio a la conducta habitual de consumo de drogas, subrayado por el ansia, el deterioro del autocontrol, la desregulación emocional y el aumento de la reactividad al estrés. En este estudio, se practicó diariamente la meditación de atención plena tras un breve entrenamiento. Se demostró que aumentaba la conectividad y la actividad en las regiones ACC/mPFC responsables de la regulación de las emociones. Estos cambios se reflejaron en un mayor autocontrol tanto en fumadores como en no fumadores. Esto indica que la meditación puede ayudar a eludir el ansia y el comportamiento impulsivo que atrapan a los adictos en un ciclo de abuso.